Nadie imaginaría que aquella discusión callejera entre
un piloto de motos y una pareja de hermanos desencadenaría la tragedia. El
disparo de aquella pistola Walter 9 milímetros le entró por el dorso, le salió
por el esternón y le perforó un pulmón y el hígado a Príncipe, un canino
que hace tres años y medio fue adoptado en Bogotá por los hermanos Isaza.
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